La joyería siempre ha sido una forma de expresión personal y una manera de realzar nuestra belleza. Entre las diversas opciones disponibles en el mercado, la joyería de Brass, también conocida como joyería de fantasía, ha ganado popularidad en los últimos años debido a su atractivo diseño y asequibilidad. Sin embargo, para mantener su brillo y durabilidad, es esencial conocer algunos consejos sobre cómo cuidar adecuadamente estas piezas. En este blog, te proporcionaremos valiosas recomendaciones para mantener tus preciados accesorios de joyería brass en excelentes condiciones.

Conoce tus joyas Brass:

Antes de empezar a hablar sobre el cuidado, es importante entender qué es exactamente la joyería brass. El brass es una aleación de cobre y zinc, que tiene un aspecto similar al oro amarillo. Este material se utiliza comúnmente en la fabricación de joyas debido a su durabilidad y apariencia elegante. Sin embargo, a diferencia del oro, la joyería brass tiende a oxidarse y perder brillo con el tiempo.

Evita el contacto con el agua:

El agua puede acelerar el proceso de oxidación del brass, lo que resulta en manchas y pérdida de brillo. Por lo tanto, es fundamental evitar el contacto directo de tus joyas brass con el agua. Retíralas antes de ducharte, nadar o realizar actividades que impliquen un contacto prolongado con el líquido.

Evita el contacto con productos químicos:

Los productos químicos como perfumes, lociones, cosméticos y productos de limpieza pueden dañar la superficie del brass y acelerar su deterioro. Por lo tanto, se recomienda aplicar perfumes y lociones antes de colocarte tus joyas y asegurarte de que se absorban completamente antes de ponértelas. Asimismo, retira tus joyas brass antes de realizar tareas domésticas que impliquen el uso de productos químicos fuertes.

Limpieza y almacenamiento adecuados:

Para mantener tus joyas brass en excelente estado, es importante limpiarlas regularmente y almacenarlas adecuadamente cuando no las estés usando. Puedes utilizar un paño suave y no abrasivo para limpiar suavemente la superficie y eliminar el polvo o la suciedad acumulada. Evita usar productos químicos agresivos o abrasivos, ya que pueden dañar el acabado del brass. Almacena tus joyas en un lugar seco y libre de humedad, preferiblemente en estuches o bolsas de tela individualmente, para evitar el contacto y posibles rayones.

Evita el contacto directo con la piel:

Algunas personas pueden ser sensibles a ciertos metales, incluido el brass. Si notas alguna irritación o enrojecimiento en la piel después de usar joyería brass, es posible que seas alérgico o sensible a este material. En ese caso, te recomendamos optar por joyas de materiales hipoalergénicos o consultar a un especialista en joyería para buscar alternativas.